¿Como tener salud divina y salud física a la vez? La salud divina es la bendición que Dios nos da al poder caminar sano y con libertad. Esta salud va más allá de la salud física, ya que se puede tener un cuerpo sano y a la vez un corazón enfermo (“Lleno de odio y resentimiento”).
-Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti. Éxodo 23,25.
Vemos claramente como Dios promete sanidad a los que le sirven, y es evidente que (éxodo 23-25) se refiere a la sanidad física. Ahora bien, hay que entender, que la sanidad física que viene por Dios es el resultado de una sanidad interior.
Es decir que Dios trabaja en nosotros de adentro así afuera, trae paz y armonía interior, que luego se ve reflejado en nuestra salud física. Dios trabaja por dentro primero, en nuestros corazones, en nuestra alma y espíritu, removiendo y quitando las cosas que impiden que seamos libres, felices y sanos,
Al servir a Dios tenemos toda la aprobación para vivir una vida plena y feliz. (siempre que vivamos conforme a su palabra)
Es su palabra (la palabra de Dios) la que se encarga de producir en nosotros las cosas que son necesarias para tener salud divina. Sus mandamientos están diseñados para lograr en nosotros la plenitud. Por eso obedecerla y deleitarse en ella es lo que nos trae felicidad y paz interior.
¿Como tener salud divina y salud física a la vez?
Para tener salud divina y salud física es necesario vivir conforme a lo establecido por Dios, amar su palabra y ponerla por obra. Es necesario que traigamos toda carga a sus manos, así como lo dice; 1 Pedro 5:7 Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes.
(1 pedro 5: 7) Este es uno de los versículos que tal vez sea el que mas nos cueste poner por obra, ya que pone a prueba nuestra confianza en el Señor. Y esta falta de confianza en Dios es lo que muchas veces nos quita la paz, ya que nos llenamos de ansiedades y estrés, olvidando que El tiene cuidado de nosotros.
Isaías 53,4,5 ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
La base para tener salud divina.
Jesús es la base de una verdadera salud divina, es por el que venimos a ser ganadores luego que habíamos perdido, el pago el precio del pecado que nos separaba de Dios. El en encontramos sanidad y libertad
Te invito a seguir a Jesús y a confiar en su palabra para, él es el único que puede sanar tu corazón y hacer que vivas confiado y a plenitud.